martes, 13 de octubre de 2009

Bienvenidos al Circo Bizarro: La Televisión en México.

Por Efraín Patiño Estrada
13 de Octubre de 2009


Equis día de la última semana del mes de Septiembre estaba haciendo cola en la gasolinera, absorto, escuchando a la Reina Celia Cruz con la Sonora Matancera aquella canción llamada “Talento de Televisión”. Se fusionaba una alegre salsa y su exquisita voz de donde salían estas palabras: “No tiene talento pero es muy buena moza, tiene buen cuerpo y es otra cosa, muy poderosa en televisión tiene un trasero que causa sensación…” la cual me hizo divagar y reflexionar sobre lo que diariamente vemos y nos bombardean en la programación de los dos grandes consorcios de la televisión mexicana: el dúo-polio Televisa y Tv Azteca. Aunque el fenómeno prácticamente afecta a todo Latinoamérica y gran parte del mundo, el presente texto solo se enfoca a estas dos televisoras nacionales.

Un Poco de Historia

La aparición de la televisión cambia los hábitos de vida de los habitantes de este planeta hasta tal punto que puede decirse que, históricamente, el siglo XX está dividido en dos: un antes de la televisión y un después (algo similar a lo que está pasando ahora con Internet).

En 1955 al nacer Televisa con el apoyo del presidente Adolfo Ruiz Cortines, nace una innovación no solo en el medio sino también en la sociedad, el objetivo principal era informar y entretener a la población mexicana. La época del cine de oro se encontraba en pleno apogeo, y la televisión era un medio excelente para promover a nuevas ideas. El impulsar la cultura como entretenimiento se convirtió en una meta que se implementó en la televisión a principios de la década de los setenta como un implemento nuevo por parte del gobierno de la república para fortalecer la educación y la valorización de nuestras costumbres; sin embargo la audiencia no recibió estos programas con tanta efusión como se esperaba.
A principios de los noventa el arraigo que sufrían los medios de información, particularmente en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, llevó a la censura de los medios y al narcotizante efecto provocado por el morbo y la exageración de hechos y datos supuestos (invención del famoso “Chupacabras” y toda la paranoia que lo acompañó) para lograr distraer al público y evitar manifestaciones o reclamos, efectiva técnica que sigue vigente en nuestros días, la formula, por muy monótona o simple que parezca, funciona a la perfección.

En el entretenimiento no se tocaban temas profundos o de interés social, cada día el humor se convertía en vulgar o tosco, los noticieros solo acaparaban la nota roja, las mujeres usaban menos ropa; la situación caótica en los medios era el reflejo de lo que ocurría en el país. Sin embargo las nuevas propuestas no dejaron de surgir, el deporte también se convirtió en una de las más importantes fuentes de ingresos para las televisoras, ya sean los partidos de fútbol, el boxeo o las olimpiadas.

En 1993 TV Azteca por medio del Grupo Salinas adquiere los canales siete y trece con una propuesta fresca pero sin abandonar el esquema implantado por su competencia anteriormente; por lo pronto el monopolio de la televisión mexicana se convertía en un dúo-polio.
Una de las razones por las cuales la televisión nacional dejó de imponer creatividad fue la globalización de los medios, los sistemas de cable e Internet, el público ya tenía otras opciones; así que la influencia de otros países fue muy importante; comprando series de cadenas como NBC o FOX para transmitirlas dobladas o intercambiando ideas para adaptarlas como ocurrió con “Big Brother” o “La Academia”. Con toda esta difusión de culturas en los medios, se perdía la esencia pero nunca los altos índices de audiencia.
Mas Bombardeados que Dresden o Bagdad

Los medios de comunicación masivos han representado un papel importantísimo a lo largo de la historia mundial. Son los vigilantes de la democracia, la voz del pueblo y los promotores del bien común. Sin embargo, la era de la globalización y el consumismo desenfrenado que impera por todos lados ha convencido a sus dueños y a la sociedad de que sólo son un negocio. Es un verdadero problema internacional que los recursos mediáticos que en algún momento surgieron como los auxiliares en las luchas políticas e intelectuales, hoy se encuentren bajo el dominio del conglomerado de capitales; es decir, bajo la supervisión de algunas personas que controlan la información, esto para constituir el mejor instrumento de dominación social.

Las industrias que controlan el sector mediático han desviado sus objetivos de difundir la base de la información para que cada persona genere su propio criterio y se han enfocado más en la multiplicidad de los emisores, lo que ha derivado en una revolución sin precedentes, dónde las personas son constantemente bombardeadas con determinados productos para poder así controlar hasta su propio consumo. El hecho de que exista un bombardeo en la mayoría de los medios de un mismo tema, es casi una garantía financiera para empresas como Televisa o TV Azteca que mantienen un dúo-polio mediático controlando el orden y contenido de los programas televisivos para influir sobre audiencias que representan ganancias millonarias.

La distracción que produce sobre millones de telespectadores, su inmensa capacidad de venta, los enormes beneficios económicos que la propaganda trae consigo, y una multitud de factores que harían de ésta una lista interminable, hacen de la televisión una inmensa fuente de poder. Quien tiene el poder televisivo tiene el enorme poder de influenciar en los más distintos ámbitos de la vida, desde las marcas de calzoncillos y lentes (solo por mencionar algo) que más se usan hasta la promoción de personajes instantáneos que se tornan famosos de la noche a la mañana, como se ha visto en “La Academia”.
Actualmente el éxito o el talento en los artistas son medidos en millones de dólares, copias de discos vendidas, rating, etc. A su vez la popularidad de un fenómeno artístico crece según la recaudación en ventas y lo que su significado en valores monetarios significa. La necesidad de incluir en los clientes potenciales algún tipo de fenómeno artístico se da por ejemplo al usar todos los medios de comunicación como posible entrada al gusto de las masas.
Ejemplificando: el fenómeno RBD, la telenovela juvenil con más éxito en la televisión mexicana sobrepaso fronteras, pues la fiebre llegó a Europa, Asia, Estados Unidos y América Latina. Televisa se encargo de que el movimiento Rebelde se difundiera en casi cualquier lugar, que estuviera de boca en boca y presente en cada rincón de este país, pues no solo fue la telenovela con más éxito en su historia, sino que también represento un grupo Pop con una inmensa proyección hacia el gusto de los radioescuchas, con la salida de sus 8 discos, que representaron alrededor de 15 millones de discos en los 5 años de su existencia (2004-2009). Además cuando el cenit de la carrera de “Los Rebeldes”, se apuntaba como interminable, Grupo Televisa decidió lanzar una línea de 100 productos que incluían el uniforme oficial de un Rebelde, revista, perfume, historietas, publicidad para celulares (tonos, imágenes, suscripción mensual, etc.). Estos productos serían distribuidos en tiendas Wal-Mart. Así es como un fenómeno artístico puede estar relacionado con la infinidad de casos que una empresa mediática puede insertar en la vida cotidiana de las masas, siendo la canción que escuchen a diario o el tema central de una platica en un café.
Del Homo sapiens sapiens al Homo videns
La televisión es el medio que más presencia tiene en la vida de los mexicanos, según cifras de la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (CSIC) alrededor del 86% de los mexicanos tienen un televisor en casa o acceso a la programación abierta contra el 13.7% que cuenta con cuenta con servicio de televisión por cable o satélite. Desde su aparición, la televisión se ha visto directamente involucrada con la creación de estereotipos, que sin cuestionamiento alguno, son asumidos y adoptados por la sociedad como normas estrictas de conducta.
Se sabe que el entretenimiento dentro de los medios masivos siempre ha sido un factor muy importante que los altos ejecutivos no pueden dejar a un lado; desde los programas matutinos que van dirigidos a una audiencia principalmente compuesta de amas de casa, las telenovelas por la tarde, caricaturas, series, talk shows, deportes, música, chismes, concursos etc. Para muestra algunos denigrantes ejemplos: Cualquier día de lunes a viernes al encender el televisor y ver los programas matutinos de las dos televisoras, llámese “Hoy” o “Venga La Alegría” con su eterna invariabilidad y monótona fórmula, nada nuevo durante sus años de existencia al aire o peor aún, un sábado por la tarde y encontrarnos con el cuerpo semidesnudo de Maribel Guardia y un seudo luchador ahora “conductor” de televisión llamado “Latin Lover” en una escenografía llena de colores llamativos, pequeños papeles de celofán cayendo del techo, y como olvidar el fondo musical con banda o reggeaton para no fallarle.
La televisión además de crear el medio para abrir los horizontes “culturales” e informar al televidente sobre lo que sucede alrededor de su entorno; induce a las personas, por ejemplo a los jóvenes a que vayan formándose de una corriente ideológica que les va dando carácter e identidad. Lamentablemente en nuestro país lo que se transmite por televisión tiene un contenido bastante pobre en cuanto a información y muy lejos de abrir horizontes culturales. La paradoja mexicana reside en una televisión pública vertida en la gente mediante demasiado fútbol, cómicos faltos de ideas y creatividad, programas de concurso, “reallity shows” y películas del basurero de Hollywood cuando su función social debería convertirla en un lugar cuya primera meta fuera la educación de los ciudadanos y cuya segunda intención estuviese en su formación cultural y en un ocio de calidad.
El problema que acecha es que la calidad, el compromiso con la sociedad y la creatividad han sido desvirtuados y estigmatizados con la idea de que “el que no enseña no vende”, la mercadotecnia se ha convertido en el exhibicionismo y la morbosidad no solo con el cuerpo humano, también con la política, las adicciones y la violencia; temas que se manejan con irresponsabilidad y falta de información. El sentido auténtico de la comunicación puede ser desvirtuado muy fácilmente cuando el polo encargado de brindar el contenido apela a la demagogia comunicativa. Recordemos que demagogia significa, en palabras sencillas, “decir a otros lo que quieren escuchar” o “dar a otros lo que quieren recibir”. Esto es muy común en la política y es un arma de uso cotidiano en la televisión que muestra en su programación un verdadero circo, el circo bizarro que inteligentemente se lo protege afirmando que solo refleja la realidad. Aquí la incógnita es la siguiente: ¿La televisión realmente refleja la sociedad de nuestro país? ¡Por supuesto que no! Eso es lo que los dos grandes consorcios televisivos pretenden hacernos creer, aunque eso es nefasto, son ellos quienes lamentablemente controlan la mayor parte del pensamiento colectivo.
Es incuestionable el grave problema al que nos enfrentamos como sociedad, pues el medio de comunicación con más alcance en nuestro país, se traduce en una maquiladora de estereotipos, limitación intelectual y violencia. Algunos críticos y sociólogos la describen como un entretenimiento soez, vulgar, ficticio, amoral y promiscuo dentro de los parámetros sociales o culturales. Lo que hemos olvidado es que nosotros cancelamos o mantenemos esos programas al aire, la rentabilidad se refleja en nosotros; la misma sociedad se identifica con lo que prefiere ver en pantalla a sabiendas que desde el control remoto puede decidir en cuestión de segundos que mirar y partir hacia otro medio.

Este texto termina con la magnífica reflexión de un gran actor y escritor estadounidense Julius Marx (1890 – 1977):
Encuentro interesante la televisión: Cada vez que alguien la enciende; me retiro a otro cuarto a leer

1 comentario:

  1. Espero que les agrade, aùn no le sè mover a esto y algunos pàrrafos no quedaron como yo deseaba. Saludos y Bienvenidos al Circo Bizarro!!

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